Monday, July 18, 2005

A la izquierda de la izquierda de tu izquierda...

o los jugosos frutos de la lucha por el bien público y privado

Declarar el patrimonio solía ser el coco de algunos políticos. Tanto que intentaban evadir esa solicitud de mil maneras. Era mejor cualquier cosa antes que declarar lo que poseían. Obvio que el poseer no era su preocupación, más bien que las personas se enteraran que lo poseían. ¿Parece trabalenguas?
Aquella frase acuñada en tiempos de austeridad "la corrupción somos todos" se convirtió en ominoso presagio del hoy. Salvo por el detalle que debiera aclarar que todos, lo que se llama todos, no. La corrupción son los políticos, todos, o aparentemente todos los que echan mano de algún bien o fuente patrimonial.

Pero vayamos a lo que nos ocupa esta mañana. La declaración patrimonial. Una declaración patrimonial, con la que hallamos inconsistencias y, ciertamente, preguntas sin respuesta.

¿Con qué cara, con qué pretexto, con qué razón se explica cualquier individuo de un país pobre como México que un político, quién sea éste, tenga tres casas, ya no se diga cinco y hasta más?

¿Vaya la misma pregunta para tres coches? Sobre todo si se es uno y el fruto único de su descendencia posee, probablemete otros tantos?

Sin el afán de ser el aguafiestas de esta historia recordaré con mis lectores.

No me sorprenden algunos datos de la declaración de Amalia García Medina, quien fuera militante del Partido Comunista Mexicano y quien, según se nos cuenta a menudo, no pierde ocasión para hablar en público y en privado de una sociedad igualitaria. Bien, bien. Comencemos por hablar de igualdad de vivienda.

¿Tres casas para todos los mexicanos y mexicanas?

La buena noticia es que la vía de la austeridad aparece en el panorama, pues durante la campaña de la señora García la prensa consignaba cinco y no dispersas como se muestra en la declaración, sino en la propia Zacatecas, su tierra de origen y jurisdicción a su cargo político administrativo. ¿Aparecerán acaso otras propiedades, por ahí? ¿Se las vendió en el interim? ¿Se las regaló? ¿Se las donó?

Tres coches para cada mexicano promedio

¿Y para qué se quiere tres coches? ¿No se criticaba acaso lo suficiente a quienes tenían dos, en la ciudad de México, virtud del control hoy no circula? ¿Y tres, cuando se vive en Guadalupe? ¿Se usa uno para ir rumbo a Fresnillo, otro para los viajes al DF? ¿Otro para andar por la ciudad? ¿Quién paga toda esa gasolina? ¿Cuántos vales de nafta pasan por la contraloría?

Ya muchos, en las últimas de su quincena de menos de ochocientos pesitos, andan preguntándose como entrarle al PRD, tan próspera y tan eficiente agencia de colocaciones.

Una aclaración. No juzgamos. ¡Apenas preguntamos! Los milagros existen, damos fe. Y existen también los datos fríos, escuetos, esclarecedores.

Algunos harán cálculos, como yo, de mala leche. Otros, aplaudirán la honestidad con la que se reconoce que para algunos la cuchara que se lleva a la boca es tamaño cucharón y convendrán con el statu quo en espera del turno propio para incurrir en igual impartición de justicia.
La mayoría, levantarán los hombros y se preguntarán si lo leído es cierto o si tan sólo es parte del libreto de una telenovela o las fantasías guajiras de un país que va vaciándose poco a poco, porque ya no alcanza lo que queda para dar a todos trabajo, casa, coche, escuela, bienestar social.

Me gustaría tomar un curso con la señora García para que me enseñara a administrar cinco casas y tres autos con el sueldo, por más de elevado, de cincuenta mil pesos mensuales. Acaso así llegue algún día a manejar sin números en rojo mi presupuesto, más comuncete de un apartamento alquilado, un sólo coche, el de batalla, y la colegiatura de dos hijos más las anualidades, los impuestos, la luz, el teléfono (y eso que no me alcanza para celular), etceterilla, etceterón.

¡Ah! Me olvidaba, no todos vivimos con un salario y ya. Hay quienes atesoran también los múltiples salarios. O sea que el secreto de la vida próspera es la acumulación de varios salarios.

¡En tierra de trabajadores ausentes!

Y con esa izquierda tan manga ancha, por favor, no se lo digas a mi derecha.

O lo que haga tu mano izquierda, que no lo sepa tu derecha.

Amigos, estos personajes son ficticios, no se asusten. Cualquier semejanza con la realidad es mera coincidencia. Ya nos pellizcamos varias veces y resultó que estábamos dormidos... o así creemos porque el pellizco de la despertada dolió muchísimo menos que la triste, tristísima realidad.

Mañana volveremos a Campo y la persecución de mexicanos que ingresan a Estados Unidos, desesperados, en busca de fuentes de trabajo. Tal vez la sordidez de lo de acá tenga que ver con la abundancia de los de allá. ¿O viceversa?

1 comment:

Unknown said...

Felicidades por tener un excelente sitio web!!!!

Muchos Saludos,

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