El fenómeno Harry Potter

Cuando publicidad, tecnología e impresos hicieron su agosto.

El día y la noche no parecieron largas a quienes, de manera amena, se arremolinaron hasta que saliera a la venta, a las doce de la noche con un minuto, del recién estrenado 16 de julio, el esperado Harry Potter and the Half Blood Prince. De la popularísima autora J.K. Rowling.

Para obtener el brazalete número uno, una compradora llegó a la librería Barnes and Noble, de Mira Mesa, a las doce del día. Empezaban a llegar los compradores, pero ella ganó el primer brazalete. Los primeros cien, pasaron en la tienda por lo menos doce horas. Iban listos con cartas, juegos electrónicos de mano, libros para leer y pasar el rato.

Se sentaron en el suelo, en las sillas, en los pasillos. La tienda desbordaba de clientes pacientes y felices del acontecimiento. El sueño guajiro de todo autor, que las personas se arrebaten los primeros ejemplares, ha ocurrido con esta serie. Los fanáticos se visten con capas y la librería ayuda obsequiando algunas.

Hay carteles, fotos, lentes plásticos, parafernalia de magia, escobas, varas mágicas, chucherías varias con el tema del hoy adolescente brujo. Las ventas son espectaculares, aún previendo un gran número de cajas, la librería tiene ya vendidos más ejemplares de los disponibles. Al final, muchos de los que han llegado a solicitar brazalete para jugarse el albur de alcanzar un ejemplar, tendrán que esperar el nuevo envío. La lotería vale la pena, me dijo la madre de dos chicos que esperaban en la cola de los últimos brazaletes. Si no nos vamos con el libro, por lo menos vamos a tener la fortuna de contar que aquí estuvimos.

Mientras tomo video para registrar lo insólito de que una librería esté abarrotada a media noche, las personas me ven deseosas para qué medio trabajo. Les digo que trabajo para una revista de cultura y que mis lectores apenas si creerán lo que yo estoy viendo.

Ignoro cuántos compradores se han dado cita en esta librería. Ignoro también cuántos ejemplares venderán, pero yo que a menudo visito este establecimiento lo digo sin lugar a equivocarme: Este acontecimiento es único, increíble, irrepetible.

Algo, muy especial, debe tener Harry Potter, más allá del éxito publicitario y de la gran celeridad con que la empresa que lo rodea ha sabido establecer entre los lectores una tradición que no mengua en interés y fanatismo.